miércoles, 23 de noviembre de 2016



La Venganza de la Luna ( Lambayeque)

La luna se había enamorado de un indio mochica noble, que era un hechicero, para lo cual se convirtió en mujer, pero fue desdeñada por él, a pesar de los constantes requerimientos de aquella, debido a que él quería dedicarse por entero a las actividades de su oficio.

Sin embargo, fue tal la paciencia y la constancia de la Luna , cuya condición desconocía el hechicero, que éste para deshacerse de ella y engañarla, fingió aceptar sus amores llegando a realizarse la ceremonia matrimonial.

Para sancionar el acto, como era de ritual, se colocó entre ambos novios una vasija nueva, de barro, conteniendo harina de maíz. En seguida fue encendida la hoguera, que ambos novios avivaron soplando y una vez que el fuego había cocido la torta, el más anciano de los concurrentes a la ceremonia, que debería ser presenciada por todos los habitantes de la comarca, dijo ritualizando el acto: “Ya estáis casados y formáis una sola pareja. Estáis obligados a l mismo cariño ya a partir igual las penas y alegrías, tal como habéis atizado los dos juntos, esta hoguera, que refleja vuestro amor no se holgará el uno cuando el otro no lo haga, ni se mostrará indiferente el uno cuando el otro se encienda en las llamas del amor de esta hoguera, porque entre vosotros habrá ligadura de un solo afecto”.


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Y el ritual matrimonial estaba terminado, esperándose solamente la torta de maíz se enfriara para ser dividida y repartida entre ambos novios y el padrino.

Pero como quiera que el hechicero mochica había asistido al acto con el deliberado propósito de no cumplirlo, hizo que la torta conservara su calor y que no pudiera ser repartida, por cuyo inconveniente el matrimonio, en realidad, no tenía legalidad requerida.

Cuando la Luna se dio cuenta del hechizo que sufría la torta de maíz leyó en la mente de su consorte sus pensamientos más recónditos, castigó al mochica como ladrón, por haberle robado su amor y lo colocó en el Cielo, en la constelación de las Tres Marías.

De las tres estrellas que forman esta constelación la del medio representa la hechicero mochica, a quien la Luna para castigar, hizo prender por las otras dos estrellas, las de los extremos, las cuales no lo dejan escapar. Pero previendo que pudiera evadirse, colocó cuatro guardianes más, que son las otras cuatro estrellas, las que se encuentran al sur de dicha constelación y que en realidad son cuatro buitres con la misión de devorar al desgraciado hechicero en caso de que pudiera evadirse de los guardianes.

Estas siete estrellas fueron colocadas en el firmamento por la Luna que escribió así permanentemente, este suceso en el Cielo para que se tuviera constante recuerdo del hecho, algo así como un Código Penal eterno que perpetuara el robo y simbolizara el castigo.

Y desde entonces nunca más la Luna se convirtió en mujer; y desde entonces nunca más la Luna se volvió a enamorar; y desde entonces la Luna se tornó en perseguidora de ladrones y en castigadora de malhechores.



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